Brigitte Seumenicht es reconocida como una líder empresarial consultando, colaborando y guiando a empresas y líderes de empresas Fortune 500 alrededor del mundo.
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El pánico de hablar en público

Miedo a hablar en público

El 75% de la población sufre de glosofobia que es el miedo a hablar en público, muchas personas tienen pánico a hablar en público, prefieren salir corriendo ese día, enfermarse, o sufrir cualquier otro tipo de dolor que enfrentarse al pavor que les genera pensar que todos esos ojos desafiantes, incrédulos, expectantes, escépticos, curiosos los estén mirando únicamente a ellos.

No importa si es en un foro pequeño, haciendo una presentación a tus propios compañeros de trabajo, dando unas palabras en año nuevo con tu familia o amigos o irse a las ligas mayores de tomar el micrófono y subir a un escenario con una audiencia considerable, mucha gente tiene pánico de hablar en público.

El miedo hablar en público es una realidad, y desafortunadamente si no lo trabajamos puede ser un gran obstáculo o limitante en el crecimiento y desarrollo de nuestra carrera profesional.

Y te lo digo yo, que de niña me apanicaba cuando el profesor me pedía que leyera en público o que compartiera mi opinión con el resto de la clase y ya no te digo tener que pararse frente a todos a presentar. Bueno, ni siquiera me atrevía en un restaurante a pedirle un refresco al mesero, ¡con eso te digo todo!

Hoy vivo de ser Conferencista Internacional, he tenido la gran fortuna de estar en foros grandes, grandísimos de más de 5,000 personas, compartiendo no solo en mi propio idioma que facilita las cosas, sino también con el gran reto de hacerlo en otro idioma y frente a otras culturas radicalmente distintas a la mía.

¿Cómo se logra? ¿Cómo vences ese miedo a hablar en público? Pues precisamente de eso quiero hablarte el día de hoy, así que comparto contigo algunos experimentos que puedes empezar a hacer: 

  1. Este tip que te voy a dar, es el rey de todos los tips: Cambia el chip. Escúchame bien, "no eres tú, es tu mensaje" Esta es una clave fundamental para romper la creencia y hacer un cambio relevante de pensamiento en relación con hablar en público. Estás ahí porque tienes algo que compartir, porque a través de ti la gente va a pensar, sentir o hacer algo diferente. Pero no eres tú, es tu mensaje el que está cargado de eso que los otros tienen que saber. Ten claro el mensaje, la idea central, el objetivo que quieres lograr. Pregúntate ¿qué quiero que la gente se lleve al escucharme, qué quiero que hagan saliendo de aquí, qué cambio quiero generar, de qué forma los puedo inspirar? Céntrate mucho más en eso que en él, ¿cómo me veré?, ¿cómo me verán? y ¿qué pensarán? Todos esos miedos e inseguridades que lo único que hacen es bloquear tu objetivo primordial.

 

  1. Ni aquellos que improvisan salen al escenario sin haberse preparado antes. Si bien, hay quien tiene ese don innato de saber improvisar sin problema, en la mayoría de los casos todo aquel que se presenta ante una audiencia tiene que ir preparado, haber ensayado y sentirse confiado y seguro de lo que va a hablar. Por cada minuto de presentación un minuto de preparación. Es curioso como confiamos muchísimo en la suerte “a ver cómo me va” “pues ya veremos como me sale” “de alguna manera saldré al quite” ¡¿qué?! Pero de qué hablas, nunca, nunca, nunca te presentes ante una audiencia sin haberte preparado, pero sobre todo sin haber ensayado. No confíes demasiado en ya veré como la libro, porque no la vas a librar como un profesional, confía más bien en tu conocimiento, tus horas de práctica y tu habilidad para transmitir el mensaje a los demás.

 

  1. Conectar, este también la mejor de las recomendaciones. ¿Te has fijado como hay gente que sabe comunicar, pero hay otros que conectan, y ahí es justo donde está la diferencia? ¿Cuánta gente presenta y habla en público y solo van leyendo y compartiendo lo que saben, pero nunca sentiste que esa persona te estaba hablando a ti, nunca conectaste? Algunas recomendaciones para conectar bien con la gente: sonríe antes, durante y después de tu presentación, no digo que no te pongas serio, pero la verdad ¿Quién quiere hacer contacto con alguien que está serio, enojado, frustrado? Recuerda la sonrisa, abre los canales de comunicación, punto. Mira a la gente a los ojos, el grave error que hacen algunas personas es que se esconden, no ven a la gente por pena, por inseguridad, por miedo, porque se sienten amenazados o intimidados. La gente que está observando tu presentación, es gente, son personas igual que tú, nadie es más ni menos, son humanos, personas, velas así. Y bueno, si puedes cruzar algunas palabras con tu audiencia previo a tu presentación vas súper de gane porque siempre podrás voltear a ver a aquellos con los que ya hablaste. No dejes que una mirada o un gesto te haga tambalear, no porque tú estás transmitiendo algo que los otros deben y tienen que saber, así que hombros atrás, espalda derechita, mirada fija en los demás, sonríe y ve para adelante.

 

  1. Uno de los errores más comunes que he visto cuando alguien presenta o habla en público es pensar que eres el powerpoint o keynote, tienes que saber salir a flote incluso sin estos apoyos visuales, creer que vas a enganchar a tu audiencia leyendo una cantidad de bullets es lo más equivocado que puedes hacer. Ahora si no queda de otra, porque así sucede en las organizaciones lo sé, trata de extraer lo que es realmente importante y haz énfasis en ello, recuerda menos es más. Acompañar una presentación de negocio con historias, anécdotas breves, humor, frases, preguntas poderosas es una buena forma de mantener a tu audiencia cautiva durante la presentación. Y recuerda si a ti te da flojera lo que vas a exponer, bueno no puedo decirte lo mucho que a los demás les va a dar también, así que inyéctale un poco de entusiasmo, ánimo para lograr una buena recepción.

Cada presentación en diferente, aun cuando pudiste ensayar, tener todo bajo control, hay tantas y tantas variables y factores que no podrás controlar. Pero ahí está el gran reto en saber que diste tu 100% y que aunque pudo o no salir bien, yo siempre pienso que algo de bueno sacaste de la experiencia y fue solo un ensayo para tu próxima ponencia.